Historia y tradición

La tradición de jugar al amigo invisible en navidad tiene su origen en Escandinavia; allí el amigo invisible se conoce como «Julklapp». Esta palabra es un compuesto de las palabras «jul» (navidad) y «klapp» (dar golpes). En los países escandinavos hay tradición de tocar fuerte a la puerta, abrirla y lanzar los regalos adentro, o bien dejarlos allí sin que nadie se dé cuenta. Esta costumbre tiene su origen en el acompañante errante de Santa Klaus (o de Papá Noel) que supuestamente iba repartiendo regalos de casa en casa. Y la palabra alemana, que sería «Wichteln», proviene también de los nórdicos. Según las sagas escandinavas, los «Wichtel» son unos duendecillos benévolos que viven en las casas y ayudan a sus moradores. Sus homólogos alemanes serían los «Heinzelmännchen» (geniecillos trabajadores), aunque la noción de «Wichtel» también aparece en muchas sagas y leyendas germánicas. Otro nombre es «Hausgeister»; así se los conoce por la zona de Colonia. August Kopisch, poeta y pintor alemán, los dio a conocer en Colonia a principios del siglo XIX, cuando trajo de las Siete Montañas a Colonia las sagas, originarias de la Renania. Escribió un romance que aun hoy en día sigue siendo muy conocido como libro infantil y del cual se han editado numerosas versiones. Los geniecillos que describía ayudaban a la gente en sus quehaceres diarios, arreglaban lo que se rompía y elaboraban cosas útiles. Para las navidades no les quedaba mucho tiempo, la verdad.
Por lo tanto, el amigo invisible navideño cumple el importante cometido de echarle una mano a Papá Noel para repartir tantísimos regalos.
En cuanto al «Julklapp» escandinavo, hay otra costumbre más: en vez de escribir el nombre en los regalos, se escribe alguna dedicatoria cortita y divertida, y a veces en verso. De las dedicatorias los asistentes pueden deducir entre carcajadas a quién va dirigido cada regalo.
Tradicionalmente el «Julklapp» se celebra con el «Julfrokost», que sería la comida de navidad. Pero, como durante el adviento ya se vienen celebrando muchas festividades, a estas también se las conoce como «Julfrokost». Estos banquetes suelen dar comienzo entre las doce del mediodía y las dos de la tarde y pueden extenderse durante toda la tarde. Pues, después de ponerse las botas con todo un bufé de platos típicos, fríos y calientes, entonces pasan al intercambio de regalos. Por eso se ha perdido un poco el toc-toc seguido del lanzamiento de regalos.

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